"Yo era para ti transparente como el aire y tú eras tan imponente como un arqueópterix, sí, creo que ése es el nombre de esas misteriosas aves anteriores al diluvio." En la "cura de amor" emprendida con Norbet Harnold, Zoé-Gradiva se declara en estos términos ajena a aquello donde ve la monstruosidad fósil del síntoma. El lugar ajeno -siempre en movimiento- da cuenta de la apariencia. El aire, la transparencia, el fósil: tal podría ser el título de este libro. La alucinación negativa constituye su centro, como se diría del origen de una voz en su regresión transferencial. La situación analítica está ahí por completo -es decir, nunca instalada de una vez por todas, siempre asintótica- Por cierto, el ajeno es el analista presente en persona, pero son la ausencia y su no persona las que forman al extraño "ajeno" del interlocutor. El sitio del ajeno podría ser ocupado -salvo impostura de papel- por el analista en personal Pero, ¿habría desaparecido el psicoanálisis detrás de psicoanalistas demasiado dispuestos a reivindicar de múltiples maneras la naturaleza de Un espacio que los identifique?.
Monday, November 27, 2017
El sitio del ajeno
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