...se diría que el ciego atribuía a cada sonido ciertas cualidades especiales: cuando de entre sus dedos salía volando una nota alegre y brillante del registro superior, alzaba animado la cara, como si acompañara hacia arriba el vuelo de la sonora nota. Y, por el contrario, ante el temblor pastoso, casi inaudible y sordo de una nota baja agachaba la cabeza y parecía que el pesado tono debía necesariamente precipitarse sobre el suelo deshaciéndose en él y perdiéndose en los apartados rincones. Un profundo dolor se apoderó de la joven Anna al nacer su hijo Piotrus. Sabía que algo no iba bien, no reaccionaba a la luz. Finalmente se confirmaron sus sospechas, el niño no podía ver. El pequeño Piotrus, arropado por el cariño materno, irá paulatinamente descubriendo el mundo a través de los sonidos que le rodean. Irá relacionándose gracias al tacto con sus allegados, especialmente con sus padres y con el tío Maxim, un mutilado de las guerras garibaldinas con particulares ideas sobre la discapacidad. A veces, el exceso de ruidos desconocidos, como los de la naturaleza, aturden al niño, pero se irá adaptando. Irá desarrollando todas.
Thursday, April 19, 2018
El músico ciego (Alianza Literaria (Al))
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